Hace unos meses llegó por sorpresa, y para quedarse, la pandemia del Covid19, una terrible enfermedad que ha derrumbado todos nuestros esquemas vitales, sentimentales, de comportamiento, y de funcionamiento.
Todos los sectores de la economía se han visto afectados por esta grave crisis sanitaria y, por supuesto, la creatividad, el diseño, el marketing y la comunicación de pequeñas, medianas y grandes empresas se ha visto alterada.
Durante el confinamiento se explotó el aspecto emocional de superación de las dificultades como leit motiv de campañas publicitarias que, no sólo buscaban promocionar una marca o producto, sino también llegar al corazón de los consumidores con imágenes y claims que apelaran a emociones como la superación, la unidad, la fuerza del colectivo….#juntosvenceremos #somosungranpais #equipounido, son algunos de los lemas empleados en infinidad de campañas publicitarias de los meses de marzo-abril-mayo.
Una vez superada la fase más dura de la enfermedad que, sin embargo no nos ha abandonado, el sentimiento y las líneas creativas se centran en la «reconstrucción», «recuperación», «vuelta al contacto familiar», y los mensajes de prevención y seguimiento de las recomendaciones sanitarias. Los conceptos gráficos también han evolucionado con esos nuevos slogans.
El uso de la ilustración se ha intensificado, como recurso «friendly», cercano, y emotivo, e indicado para «todos los públicos». Las empresas han impulsado su estrategia digital para mantener y consolidar la relación con sus clientes durante el largo confinamiento, y el uso de redes sociales y profesionales ha crecido a niveles nunca imaginados…
Lo que está claro es que la pandemia ha evolucionado el marketing de producto, ha asimilado los cambios de nuestra vida, nuestras costumbres y los nuevos hábitos de consumo para tratar de lograr los objetivos de las marcas.
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