Cualquier profesional que se dedique a una actividad relacionada con el ámbito visual, debe ser consciente de la importancia de realizar buenas presentaciones. Estas deben ser capaces de narrar nuestro trabajo de manera lógica, coherente y homogénea.

Con una buena presentación, el cliente se siente más exclusivo y nos percibe de una forma más profesional. 

Consejo #1: Mostrar el proceso.

Implicar a través del proceso se logra añadiendo componentes como bocetos, investigación y anotaciones. Así estamos justificando mejor nuestras decisiones, acercando a los usuarios al proceso de creación y logrando mayor empatía por nuestro trabajo.

Consejo #2: Moodboards

Los tableros de inspiración ayudan al cliente a situarse y sirven como soporte visual a toda la investigación realizada previamente. Deben ocupar una posición inicial en nuestras presentaciones que apoyen lo que venga después.

Consejo #3: Infografías

Cuanto menos texto, mejor. La atención del usuario a un texto es más bien limitada, por lo que, en la medida de lo posible, debemos indicar lo más ágil y visualmente posible con el uso de infografías.

Consejo #4: Mockups

Un recurso muy fiable que siempre ha dado sus frutos es el uso de mockups editables. Nos ayudan a mostrar nuestros diseños con exactitud de una forma más atractiva para los clientes. Además, son el material base para luego publicar en nuestra web o RRSS.

Consejo #5: DIY creativos

Algo que se valora muy positivamente, siempre que el resultado no quede “cutre”, es realizar fotografías reales de nuestros diseños y trabajos. Un buen trabajo manual (Do It Yourself) puede ser la aproximación más realista.

En definitiva, las presentaciones constituyen un instrumento básico para promocionar nuestro trabajo, exponérselo a nuestros clientes y mostrarlo en otras plataformas. Con estos 5 consejos, ¡estamos seguros de que tus presentaciones brillarán con luz propia!

Pin It on Pinterest